CASA TRASTÁMARA:

Enrique III de Castilla, temeroso de que su hermano menor Fernando pudiera usurpar la Corona a su hijo, el futuro Juan II, entonces un niño de 2 años, redactó en la ciudad de Toledo, el 24 de diciembre de 1406, dos días antes de su muerte, un testamento con el fin de contrarrestar el inmenso poder de aquel hermano que quedaba de corregente del reino, conjuntamente con la Reina-viuda Catalina de Lancaster .

Para ello, el moribundo monarca escribió una cláusula, donde reiteraba su voluntad para que se llevara a cabo el proyectado matrimonio de su sobrino mayor Alfonso con su primogénita María .

Aunque la boda se celebró en 1415, los proyectos del monarca castellano no se llegaron a cumplir, pues Alfonso, que contaba dieciocho años, detestaba a su prima María, una adolescente de 14 años, poco agraciada, con la que había convivido la mayor parte de su vida en la Corte de Castilla. Doña María, que adoraba a su primo-esposo desde la infancia, presa por los celos a causa de su abandono y su falta de deseo, hizo asesinar a la favorita de su marido, una dama valenciana que le había dado ya un hijo y esperaba un segundo del monarca.

En 1420, el rey Alfonso partió hacia Italia para conquistar Nápoles, reino que nunca incorporaría a la Corona, y donde engendraría una rama bastarda, que heredaría aquel reino. El monarca murió el 28 de junio de 1458, a los 65 años de edad, en su espléndida corte renacentista de su palacio Novo, en el reino de Nápoles.