LA DESTRUCCIÓN DE SANTA MARÍA DE POBLET |
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DOCUMENTO Nº XII:
INFORME DE LA COMISIÓN DE TÉCNICOS, NOMBRADA PARA EXAMINAR LOS RESTOS DE LOS REYES DE ARAGÓN.
"En la ciudad de Tarragona, a los 20 días del mes de Mayo del año mil novecientos cincuenta y dos y siendo las diez horas y media de la mañana, se han reunido en la capilla llamada del "Corpus Christi" de la Iglesia Catedral Metropolitana y Primada de Tarragona los señores que forman la Comisión de técnicos, designados por el Ministerio de Educación Nacional, por Orden del día 29 de Abril del corriente año, para la investigación y examen de los restos de los Reyes de Aragón, que se ha de realizar antes de ser trasladados al Real Monasterio de Santa Mª de Poblet, a saber, don Ernesto Martínez Ferrando, Director del Archivo de la Corona de Aragón; don Salvador Vilaseca Anguera, médico forense y Comisario Provincial de Excavaciones Arqueológicas; don Pedro Batlle Huguet, Canónigo y Director del Museo Diocesano de Tarragona, designado por el Excelentísimo y Rvdmo. Sr. Arzobispo para tomar parte de esta Comisión como miembro del Cabildo Catedral; don Francisco Monravá Soler, Arquitecto Provincial de la Excma. Diputación , y don Francisco Iñíguez Almech, Comisario de defensa del Patrimonio Artístico Nacional, y después de un breve cambio de impresiones sobre el método a seguir, han procedido inmediatamente a la investigación y exámen que les había sido encargado. Abierto, en primer lugar, el cajón-sarcófago de madera de nogal, que estaba colocado en la sacristía de la mencionada capilla y levantada la tapa de cristal que cubría los restos, han leído el texto de un pergamino allí depositado en un tubo de hoja de lata, que explica las vicisitudes de este depósito y contiene una lista de las personas reales sepultadas en Poblet . Después de confirmar con un examen del contenido del sarcófago que, de acuerdo con el texto transcrito,los restos reales están mezclados sin guardar, en su gran mayoría, ningún nexo anatómico y sin orden alguno, tal como fueron recogidos de Poblet después de la profanación de las tumbas y trasladados a Tarragona, han sido extraídos dichos restos y extendidos sobre mesas para ser metódicamente clasificados y examinados y para tomar nota de cuantos datos pudieran aportar los fragmentos de tejidos que se hallasen entre ellos y otros detalles de embalsamientos, amortajamientos, etc..., en orden a determinar, siquiera aproximadamente, las épocas de los enterramientos y confirmar, en lo posible, la autenticidad de los restos. En este examen han sido contados: a), veintisiete cráneos completos más o menos completos, más varios fragmentos cuyo estado no permitía fácilmente señalar otro número concreto; y b), treinta y dos fémures izquierdos que individualizan otros tantos cuerpos. De las telas encontradas entre los restos, muy escasas y mal conservadas, son seguramente medioevales: a)un fragmento de cendal muy descompuesto, de color amarillo; b) una bocamanga o puño de tela roja recosida en un cordón; y c) un zapato, muy descompuesto, de paño encarnado con suela de piel. Han sido considerados dudosos, en cuanto a su época, unos fragmentos de colcha o cubierta y dos puños de lienzo con bordados, mientras que un jubón y unas calzas de satén encarnado son modernos, posiblemente de uno de los últimos Cardona enterrados en Poblet . Algunos torsos y partes inferiores de cuerpos momificados que conservan nexo anatómico, han permitido observar, por la posición de los brazos y piernas y por las ataduras y envoltorios que algunos conservan, que los cuerpos eran amortajados muy apretadamente, después de atar con vendas las extremidades inferiores. Una pierna estaba envuelta desde el pie hasta la ingle con doce vueltas de una banda de lienzo, de cuatro dedos de anchura, cubriendo telas embreadas. Algunos fragmentos de esta brea o pez han sido separados para unulterior análisis. Teniendo en cuenta los restos que pudieron perderse cuando las tumbas fueron profanadas y los restos actualmente guardados en Poblet en la tumba de los Cardona, el cómputo de cuerpos que se deduce, no sobrepasa el número de personas reales y de sus familias a las que se dió sepultura en dicho Monasterio; y por los datos, aunque escasos, que ofrecen las telas y métodos de amortajamientos, esta Comisión puede llegar a la conclusión segura de que los restos examinados pueden ser considerados como auténticos, por lo menos en su conjunto, confirmándose plenamente el celoso y respetuoso cuidado con que fueron recogidos en 1837 por el Rdo. Cura-Párroco de Espluga de Francolí, D. Francisco Serret, Pbro. (*). Suspendida la sesión a las catorce horas, y reanudada a las dieciséis y media de la tarde del mismo día, la Comisión se ha trasladado al monumento funerario del Rey Don Jaime I el Conquistador, situado en el trascoro de la Catedral y, levantadas la losa de piedra que cubre la tumba y la tapa de madera del ataúd, se ha encondo cortada la cubierta de la caja interior de plomo que contiene los restos de dicho Rey; operación que se realizó en tres de abril de mil novecientos cuatro, en la visita que hizo el Rey don Alfonso XIII a la catedral para que pudiese contemplar los restos de Don Jaime I. Los reales restos están envueltos en una cogulla del Cister y tal como fueron dispuestos al ser depositados solemnemente en este monumento, el día siete de octubre de mil ochocientos cincuenta y seis. Ha sido observada y confirmada la extraordinaria altura del cadáver, dato principal en que se basa la investigación de los restos. Se ha notado, empero, que la cabeza está desprendida del cuerpo. Se observa en ella un corte en la frente, que se ha relacionado por algunos con la herida que recibió el Rey al ser alcanzado por una saeta en sus años de juventud, pero que se ha de afirmar con seguridad absoluta que no puede tener nada que ver con este hecho, pues se trata de un corte abierto sin indicio alguno de cicatrización y más bien producida por un golpe sobre la piel ya momificada. Se ha encontrado en el ataúd una botella de cristal lacrada, que contenía varios documentos, los cuales, extraídos de la botella, han sido leídos por la Comisión y son los siguientes: a) acta en que se certifica el examen de los restos antes de ser soldada la caja de plomo; b) acta del momento en que el ataúd fue depositado en el monumento; c) dos ejempalres de un impreso en que se detalla el programa de los actos con que fue solemnizada la tralación a la tumba de los restos de Don Jaime I; d) nota manuscrita, autógrafa deD. Buenaventura Hernández Sanahuja, con detalles de la construcción del monumento y elementos antiguos empleados en élla: y e) acta de la apertura del sepulcro y caja de plomo para la visita del Rey Don Alfonso XIII. Dado el interés documental de estos escritos, se trascriben literalmente las tres actas y la nota manuscrita. De nuevo en la Capilla del "Corpus Christi", se han tomado algunas fotografías de cráneos y otros restos y,en el último examen, se ha notado que el hueso frontal de un gran fragmento de uno de los cráneos, tiene, en la parte derecha, indicios clarísimos de una lesión que interesó el hueso y que se cicatrizó con restauración de los dos tejidos óseos. El cráneo en cuestión es de un hombre y, por la soldadura de las suturas, se ha de considerar de edad avanzada. Esta coincidencia y la circunstancia antes notada, de que en los restos de Don Jaime I la cabeza está desprendida del cuerpo y no tiene señales de la herida de saeta, ha sugerido en los ánimos de la
Comisión
la sospecha de que este interesante fragmento de cráneo pudiese haber sido
de la cabeza de Don
Jaime I;
aunque se ha de observar, por otra parte, que este fragmento no conserva
señales de momificación, mientras
los tiene el cuerpo identificado como de Don Jaime. Con todo, para apurar
las posibilidades, se ha acordado
depositar este fragmento en el ataúd de Jaime I. |
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